La recuperación económica de México está comprometida por la estrategia petrolera del presidente López Obrador y toda la ideología que la envuelve
La participación de México en la reunión de la OPEP+, salto a los titulares nacionales, debido a la cuestionable participación de la secretaria de energía Rocío Nahle en representación del país. Pero dependiendo a quien le preguntes su opinión al respecto, podemos ver dos narrativas completamente opuestas, donde por un lado vemos a los medios tradicionales, los cuales con sus respectivos sesgos explicaron lo sucedido, mientras que por otro lado una versión predominantemente de redes sociales, lideradas por sitios propagandísticos cuyos artículos completamente sesgados, fueron replicados por miles de usuarios afines al gobierno federal y a su partido, los cuales con el afán de ganar la narrativa de lo sucedido resaltaron otra versión que exaltó a los funcionarios involucrados como héroes nacionales, debido a que según ellos se enfrentaron al resto del mundo para defender los intereses de México.
Pero en verdad ¿estaban estos funcionarios defendiendo los intereses nacionales?, o ¿simplemente estaban siguiendo ciegamente una ideología?
La reunión de la OPEP+ es el claro ejemplo de una verdad distorsionada, pues en esta reunión la negativa de México por reducir su producción de petróleo en un 23%, como se les pidió a todos los países participantes, puso en riesgo el histórico acuerdo global que buscaba detener la caída mundial de los precios del petróleo. Al igual que el resto de los países productores a México le conviene que el precio del petróleo suba, pero el apego a una fallida estrategia económica, apalancada en la producción de PEMEX provocó la negativa del gobierno del presidente López Obrador, a pesar de que es lo mejor para la economía nacional.
Lee en este link La razón porque se realizó el recorte a la producción de petróleo acordado por la OPEP+
La razón por la que México no aceptó reducir su producción de petróleo es un tema político más que económico, ya que el incremento de la producción de Pemex es una promesa de campaña del presidente López Obrador, razón por la cual el incrementar la producción de petróleo se ha vuelto un elemento central en su discurso, sobre cómo lograr que la economía mexicana crezca. Discurso que pierde aún más sentido, debido a la caída de los precios internacionales del petróleo, que vuelven la operación total de PEMEX en una carga para las finanzas nacionales, pues en este momento México pierde dinero con cada barril de petróleo que produce.
La parte negativa para México de esta estrategia, es que con los precios de hoy el país pierde por cada barril que produce, debido a que el costo promedio de extracción de Pemex en 2019, fue de 14.2 dólares por barril, dato anunciado por el director de Pemex en el aniversario de la expropiación petrolera, donde también anunció que los costos de extracción oscilan entre los 4.87 dólares por barril correspondiente a los pozos más nuevos, hasta los 40 dólares correspondiente a los pozos más antiguos. Pero expertos en la industria cuestionan los números proporcionados por la paraestatal, pues según a su análisis, los pozos con costos baratos de extracción representan muy poco de la producción total de PEMEX, mientras que el 80% del hidrocarburo proviene de los pozos más antiguos de donde el costo de extracción supera los 40 dólares por barril.
Desafortunadamente se espera que los precios del petróleo continúen bajos por los próximos meses, por ejemplo en la última semana el precio del petróleo se incrementó 0.8%, a pesar del anuncio del recorte histórico a la producción mundial lograda en la reunión de la OPEP, esto se debe a que el mercado estima que la demanda mundial de petróleo se redujo en 30 millones de barriles diarios, por lo que este acuerdo no es suficiente, y los precios del petróleo solo se restablecerán, ya sea reduciendo aún más la producción mundial, o esperando que una gradual reactivación de las economías del mundo reactiven la demanda por hidrocarburos, pero esto puede tardar meses en suceder, incluso hay quienes estiman que la economía del mundo podría requerir hasta dos años para volver a las mismas condiciones económicas que teníamos antes de la pandemia.
Debido a todo lo anterior, el gobierno federal debe reorientar su estrategia respecto a Pemex, debe aprovechar este acuerdo y la situación internacional, para detener la producción de aquellos pozos que no son rentables en este momento y enfocarse únicamente en aquellos pozos que sí lo son, ya que a pesar de que el gobierno federal compró coberturas a su producción de petróleo con un precio de 49 dólares, estas no cubren la producción total de Pemex, y se desconoce cuál es la producción cubierta por este seguro, de hecho el gobierno federal bloqueó la transparencia pública en este tema y esta información no podrá ser pública hasta dentro de 5 años, alegando que es un tema de seguridad nacional.
La reorientación de la estrategia petrolera del país, no solo es necesaria para evitar que México siga perdiendo dinero con la operación de Pemex, justo en este momento en que se deben hacer esfuerzos extraordinarios para fortalecer los sistemas de salud, sino para evitar que la calificación crediticia de Pemex sea degradada aún más, ya que si se degrada a inversión especulativa a la deuda de Pemex, se pondrá en riesgo a la calificación de la deuda total de México, lo que pondrá al país en una situación peor en los meses post pandemia, cuando se deba recurrir a la deuda para reactivar a la economía nacional.
Fuentes de referencia:
https://www.eluniversal.com.mx/cartera/pozos-del-pais-en-riesgo-financiero-por-petroprecios
https://www.elfinanciero.com.mx/bloomberg-businessweek/gobierno-de-amlo-protege-datos-de-cobertura-petrolera-soberana-como-secreto-de-estado
https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Pemex-costo-promedio-de-extraccion-de-barril-de-crudo-es-de-14.2-dolares-20200319-0018.html
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