¿servirá la inyección de liquidez del Banco de México, para el rescate de pequeñas y medianas empresas, por la iniciativa privada?

El pasado 12 de abril, escribí un post titulado el rescate a las pequeñas empresas lo tendrá que hacer la iniciativa privada, donde enfatice que a falta de iniciativa del gobierno federal, de igual manera como sucedió al inicio de la pandemia, será la misma iniciativa privada quien tendrá que rescatarse a si misma, por meros motivos de auto supervivencia. Pues esta semana el Banco de México alzo la mano y lanzo un programa de 10 medidas gracias a las cuales inyectara 750 mil millones de pesos a los mercados financieros, lo cual hará posible lo que mencione dicha publicación.

Estamos viviendo una época sin precedentes, nunca en la historia el mundo se había detenido de la misma manera como esta sucediendo en este momento y México no es la excepción, según cifras de las conferencias diarias del Dr. Gatell la movilidad se ha reducido en promedio un 67% en el país, lo que indica que dos terceras partes de nuestra población, no esta llevando una vida cotidiana, lo que provoca una marcada reducción en sus patrones de consumo, que afectan al total de los mexicanos, ya que casi la totalidad de nosotros hemos reducidos nuestros gastos a lo estrictamente esencial, lo que explica la estrepitosa caída de la actividad económica nacional al contraerse drásticamente la demanda de bienes y servicios.

A principios del mes la secretaria del trabajo anuncio, que en lo que va de la pandemia se han perdido 346 mil empleos en México, y eso solo será el principio de la historia, conforme se vaya prolongando la cuarentena se ira incrementando el numero de empleos perdidos, en consecuencia de la caída en la actividad económica, por este motivo es necesario que desde hace varias semanas se debió haber implementado un programa del gobierno federal, con la intención de contrarrestar los efectos de la crisis económica provocada por el coronavirus, pero la respuesta por parte del gobierno federal ha sido tibia, por decirlo de forma optimista, o fuera de la realidad si lo queremos expresar de una forma mas realista, ya que las respuestas del gobierno del presidente López Obrador a la crisis económico parecen ser el resultado de no entender lo que esta sucediendo, y lo que es peor, sus efectos a mediano y largo plazo.

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Como respuesta, a la no respuesta del gobierno federal ante la crisis del coronavirus, el Banco de México, inicio un programa que mediante 10 acciones inyectara 750 mil millones de pesos al sistema financiero, para iniciar se debe hacer hincapié que este no es un programa de rescate para empresas ni para los bancos o instituciones financieras, se trata de la inyección de liquides al sistema financiero, ya que se destinaran 400 mil millones de pesos, para que los bancos no se queden sin dinero a la hora de atender las solicitudes tanto de las empresas como de las personas físicas, medidas para contrarrestar la actividad cambiaria, intercambio de garantías de bonos gubernamentales y títulos corporativos, así como otros programas que le permitirán a los bancos literalmente aguantar las prórrogas que le están concediendo a sus clientes.

Además 250 mil millones de pesos se destinarán para que los bancos le ofrezcan líneas de crédito de hasta 24 meses para pequeñas y medianas empresas y 100 mil millones de pesos para líneas de crédito para grandes empresas, pero destinado a que estas puedan financiar a micro pequeñas y medianas empresas.

En pocas palabras lo que el Banco de México hará mediante este programa, es inyectar oxígeno a la economía nacional, ya que la intención de este programa es que el sistema financiero, cuente con dinero cuando las empresas lo requieran y que destine créditos de corto y mediano plazo a intereses reducidos, que le permitirá a las empresas aguantar el periodo de cuarentena, así como líneas de crédito para que las grandes empresas auxilien a sus clientes a sobrellevar este periodo.

Como lo subraye anteriormente este no es un programa de rescate a empresas, es solamente el banco central haciendo uso de las herramientas que tiene a su disposición para ayudar a la economía nacional, por lo que sus efectos serán limitados, sobre todo si el gobierno federal sigue en el papel de mero espectador de la crisis económica, ya que para que los efectos de este programa se apliquen eficientemente, se requiere de la intervención del gobierno federal mediante los reguladores del sector financiero y de los demás sectores de la economía, mediante la supervisión para que la inyección de liquidez se aplique eficientemente tanto por los bancos como por las empresas, y estos la utilicen para los objetivos planteados por el Banco de México.

Por esta razón mientras el gobierno federal siga siendo un simple espectador, le estará cediendo el control de la eficiencia de este programa a la ética o falta de esta, tanto de los banqueros como de los empresarios, pues para ejemplo tenemos lo sucedido en Estados Unidos en los años posteriores a la gran recesión, cuando este tipo de inyecciones de capital, terminaron siendo utilizadas por los bancos para fusionarse y consolidarse entre ellos, y por las grandes empresas estadounidenses para recomprar sus propias acciones mediante deuda corporativa, por lo que los efectos de dichas inyecciones de capital al sistema financiero de Estados Unidos, nunca llegaron a reflejarse en beneficios para el ciudadano común.

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El periodo neoliberal ya se acabó, y es el momento de un gobierno mas social que apoye a la población mas necesitada del país, es el argumento que le escuchamos al presidente López Obrador una y otra vez, cuando nos quiere explicar porque toma sus decisiones de la forma en que lo hace, pues en esta ocasión es necesario que haga exactamente eso que tanto le gusta repetirnos, no solamente porque urge el que tome cartas en el asuntos y defienda la actividad económica del país, sino por que si no supervisa la aplicación del programa del Banco de México, este programa terminara beneficiando a los banqueros y a los grandes empresarios del país, al mas puro estilo neoliberal que tanto critica.

Por lo que, si no quiere que los bancos y grandes empresarios del país terminen beneficiándose una vez mas de una crisis económica, es el momento y el pretexto perfecto para implementar políticas económicas anticíclicas que aprovechen el programa anunciado por el banco de México, para defender la actividad económica, o en otras palabras que apoye la situación de la población mas necesitada, pero mediante la defensa de sus empleos, no a través de programas asistencialistas.