Los únicos ganadores de la crisis del coronavirus serán las grandes empresas
Mientras debatimos si estamos o no en el pico de la pandemia del covid-19, las restricciones para varias actividades económicas se están relajando, lo que permite que muchas empresas puedan volver a abrir sus puertas, pero desgraciadamente no todas las empresas podrán reabrir, no porque alguna autoridad se los impida por razones sanitarias, sino porque las condiciones económicas generadas por la cuarentena las han llevado a la quiebra, y este escenario solamente beneficia a las grandes empresas nacionales y transnacionales que se quedaran con las proporciones de mercado que dejaran las empresas que ya no puedan volver a abrir.
México ya se encuentra
en una etapa de la pandemia, en la que gradualmente está saliendo de la
cuarentena generalizada, cuyos efectos han provocado la crisis económica más
severa de las últimas décadas, lo cual ha generado varias discusiones tanto en
la opinión pública, como en el ámbito político, sobre la necesidad de rescatarempresas para evitar que se pierdan empleos, sobre crear programas temporales
como seguros de desempleo, renta básica universal, o apoyos a grupos de
población específicos, a lo cual la respuesta del gobierno ha sido, que este se
limitara a hacer llegar los programas sociales que ya existen y a un programa
de créditos a la palabra, el cual ha recibido críticas variadas en cuanto su
operación y alcance real.
Pero estas discusiones
por lo menos desde la perspectiva de las pequeñas y medianas empresas, ya se
encuentran desfasadas, debido a que los tres meses que ha durado la cuarentena
ha causado efectos que para muchas empresas son ya irreversibles, debido a que
son contadas las empresas de todos los tamaños que cuentan con el capital
suficiente para sobrevivir un periodo de tiempo tan prolongado sin percibir ingresos,
al mismo tiempo en que mantienen la mayoría de sus gastos corrientes. Para
contrarrestar esta situación el Banco de México implementó una inyección deliquidez al sistema financiero, para que los bancos pudieran implementar
programas de prórrogas a créditos empresariales y para líneas de créditos para
que las empresas puedan sobrevivir este periodo sin ingresos, pero no todas las
empresas han sido alcanzadas por estos productos bancarios, por diversas
razones tanto de las finanzas internas de cada empresa, como de las políticas
de crédito que está aplicando cada banco para mantener estables sus niveles de
exposición al riesgo.
Ante este escenario tan adverso, quienes quedan mejor posicionados, son las grandes empresas, la mayoría de las cuales si cuentan con la liquidez suficiente para sortear periodos de inactividad como la cuarentena actual, y si su liquidez no es suficiente cuentan con accesos privilegiados, tanto a créditos de la banca comercial, como de la banca de desarrollo operada por el gobierno federal, además que la mayoría de las empresas que caen en esta categoría cotizan en las bolsas de valores, lo que les da acceso a capital barato para mantener su operación activa. Y en los casos de aquellas empresas consideradas como grandes, a las cuales el coronavirus las sorprendió con finanzas internas adversas, tienen la flexibilidad de cerrar una parte de su operación para reducir costos, con la intención de garantizar la supervivencia de la empresa.
Para las empresas que
cotizan en bolsa de valores, su condición es mucho más favorable, debido a que
la crisis del coronavirus a expuesto la desconexión que existe en los mercadosbursátiles con la economía real, pues en términos generales las acciones de las
empresas ya se han recuperado a niveles anteriores a la pandemia, por lo que su
valorización no se ha afectado y por el contrario en este momento le da acceso
a capital tan necesitado. A lo cual es importante aclarar que al mencionar que
la mayoría de las empresas han recuperado sus valores bursátiles a condiciones
anteriores a la pandemia se excluye a aquellas empresas cuya actividad que
realizan hace que la pandemia les sea rentable, como servicios y suministros
médicos, comunicaciones, productos de higiene, etc.
Por lo tanto tomando en cuenta lo anterior, conforme la economía entre en su etapa de reapertura y su recuperación posterior, las grandes empresas quedaran posicionadas como las principales beneficiadas de esa nueva realidad, debido a que no solamente podrán absorber los mercados de las empresas que hayan quebrado por la cuarentena, sino que las altas tasas de desempleo que prevalecerán en el corto y mediano plazo, les permitan contratar trabajadores con sueldos promedios más bajos en relación a los sueldos promedio anteriores a la pandemia, debido a la gran cantidad de personas que se encontraban buscando empleo, y a la concentración de las ofertas de trabajo en pocas empresas, las cuales finalmente podrán controlar las condiciones del mercado.
Ante este escenario que
se está forjando como consecuencia de la pandemia, nuestros gobernantes de los
tres niveles de gobierno, principalmente los gobiernos locales, deben estar muy
atentos para intervenir tanto para impedir que se encarezcan las condiciones
laborales de los trabajadores mexicanos, concentraciones excesivas de algunos
mercados, la especulación con productos esenciales o alimentos, como para
buscar la supervivencia de las empresas locales o regionales, como ya lo
estamos viendo en algunos estados o municipios, donde los respectivos gobiernos
están implementando apoyos fiscales y económicos en la medida de sus limitadas
posibilidades económicas, sobre todo ante la inacción del gobierno federal en
este tema, que debido a fobias ideológicas se niega a intervenir, pero es
incapaz de ver que si sigue sin intervenir en buscar la supervivencia de las
pequeñas y medianas empresas, la desigualdad económica y social se incrementara
aún más en nuestro país.
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